martes, enero 31, 2006

Nunca digas nunca Hamás

¿Quería Occidente exportar la democracia más allá del Mediterráneo? Pues ahí está el resultado palestino. Plenamente democrático. Absolutamente desconcertante. Occidente propone y los pueblos disponen. Irak es una historia catastrófica y Palestina acaba de hacer estallar todos los planes que Bush había preparado. En poco tiempo, ni Arafat ni Sharon son ya los grandes enemigos, sino otros líderes de rostro apenas conocido. Israel es una olla a presión sometida a los excesos de extremistas de todo signo. Palestina es una paradoja inmensa: la democracia le ha otorgado el poder a las armas.

Tras unos días de absoluto desconcierto, Occidente ha reconocido el fracaso de su planificación y ha variado el rumbo. En un ejercicio de pragmatismo insospechado, la Casa Blanca y la Unión Europea están dispuestos a casi todo si Hamás es capaz de una reconversión pactada hacia la pacificación. Abandono de las armas y reconocimiento del Estado de Israel, dos condiciones necesarias y probablemente suficientes para que Occidente continúe financiando las actividades ordinarias de la Autoridad Palestina y la solidaridad humanitaria hacia el pueblo palestino, aportación económica imprescindible para su supervivencia.

Quizás lo que parecía una catástrofe mayúscula, democrática pero catástrofe, acabará siendo una oportunidad gloriosa para la pacificación del territorio más sangriento del universo.

miércoles, enero 25, 2006

Rajoy y la democracia representativa

Rajoy es un gran aficionado al fútbol, por lo que su ratificación de Piqué como presidente del PP en Catalunya hay que valorarlo precisamente dentro de esos parámetros: entrenador ratificado, entrenador cesado. Rajoy ha hecho como tantos presidentes del fútbol: ganar unos días de teórica estabilidad hasta que la siguiente derrota fuerce la dimisión. Las ratificaciones “futbolísticas” son así y no cabría esperar algo distinto de un líder político que manifiesta que “Marca” es su diario de cabecera.

Sin embargo, creo que el principal problema de Rajoy no es Piqué, ni las tensiones internas (propias de cualquier partido), ni siquiera esa imagen “vetusta” que Acebes y Zaplana se encargan de alimentar a diario. Tampoco esa fuerza centrífuga del “aznarismo” que ha arrastrado al partido hasta posiciones extremas. El principal problema es que Rajoy lleva tiempo actuando como si la democracia que hay en España no fuese una democracia representativa. Sucedió en el trámite de aceptación del Estatut por el Congreso y ha ocurrido ahora con su movimiento para solicitar un referéndum sobre el mismo texto legislativo catalán.

La cuestión no es estar a favor o en contra, que eso es libre, legítimo y admite todos los matices posibles. La cuestión es colocar la posición política de uno mismo por encima de los procedimientos establecidos. Eso equivale a no aceptar las reglas del juego, lo que resulta chocante en un hombre conservador y serio como es el líder del PP. El Estatut debía admitirse a trámite porque había cumplido escrupulosamente todos los procedimientos legislativos vigentes en España. Se podía y se puede estar radicalmente en contra de todo su articulado, desde el preámbulo hasta la última disposición adicional, pero es un sinsentido rechazar su admisión a trámite cuando resulta que ha cumplido a la perfección las normas procedimentales. Igual sucede ahora con esa propuesta de referéndum inconstitucional, que no se sostiene ni siquiera como pataleta.


Rajoy debe oponerse a todo cuanto quiera o desee, pero no puede burlar la esencia de una democracia representativa como la española. Si continúa haciéndolo le mostrarán tarjeta roja.

Referencias
- Descolocados por el pacto
- Piqué, de ninguna manera
- Un relevo imposible
- El nuevo "frente" gallego

lunes, enero 23, 2006

¿Se fractura España o el PP?

En un partido en el que conviven almas tan dispares como Bono y Maragall no cabe sorprenderse por los debates y discrepancias internas. Pero en un partido monolítico que hace de la disciplina el estandarte y argumento principal sí resulta significativo interpretar el enfrentamiento entre el secretario general y el presidente del partido en Catalunya.

Por segunda vez en poco tiempo, Acebes y Piqué vuelven a la greña. Primero fue por la imagen antigua que, según Piqué, representa el propio Acebes en tanto que portavoz del PP. Ahora es a cuenta del Estatut. Piqué opina que el acuerdo Zapatero-Mas resitúa el meollo central del Estatut muy cerca de los postulados que el PP de Catalunya ha defendido estos años. No le falta razón: Piqué, Mas y Zapatero podrían pactar un texto común sin excesiva dificultad. Quizás porque esto es claro y meridiano es por lo que Acebes ha disparado de inmediato y con ira contra el propio Piqué, al que le tiene unas ganas enormes.

Proclama Acebes que el pacto definitivo sobre el Estatut fractura España, pero en realidad fractura al PP, sometido a una feroz pelea entre quienes quieren llevar el partido hacia el centro y quienes desean escorarlo hasta la derecha más extrema. Si alguien tiene alguna duda basta ver cómo se han unido esta tarde el fanático extremista Vidal-Quadras (el mismo que acusó a Zapatero de "alta traición") y la COPE para destrozar a Piqué. En su línea de implicar a todo el mundo en la comisión de delitos, Vidal-Quadras acusa al presidente de su partido en Catalunya de un "delito de omisión". Y ni siquiera le aplica la presunción de inocencia...

Referencias
- Acebes contra Piqué
- Vidal-Quadras imputa un delito a Piqué

jueves, enero 19, 2006

Los militares que manchan al Ejército

Flaco favor le están haciendo los militares protogolpistas a las Fuerzas Armadas de la democracia española. Viejas ensoñaciones y mitos franquistas enquistados están sirviendo de excusa a unos cuantos bravucones para soltar soflamas que sólo tienen una víctima: el propio Ejército, al que tantos años y tanto esfuerzo costó quitarse ese purulento historial golpista y antidemocrático que acumuló en décadas de cainismo y en pronunciamientos siempre sangrientos.

El Ejército español de hoy es un modelo democrático y solidario y lo afirmo pese a esas excepciones que pretenden defender una España que no existe. Un personaje con el que no siento ninguna afinidad, como es el ministro Bono, lo ha dicho con meridiana claridad: los militares están al servicio de los ciudadanos, que mediante su voto eligen su sistema de convivencia, su modelo territorial y su forma de vida. Los militares están a su servicio. No son un poder. Están sometidos al poder de los ciudadanos.

Harían bien los buenos militares, los que de verdad aman a España, los que de verdad valoran la disciplina y la lealtad, en aplicar la máxima dureza a esos traidores, desleales, indisciplinados que andan escribiendo, amenazando y pronunciándose contra la voluntad general de los españoles. De lo contrario, al Ejército le costará varias décadas limpiar semejante mancha.

Referencias
- Bono y la España de los Reyes Católicos
- Los fantasmas del pasado

martes, enero 17, 2006

Un mes en el que nada ha cambiado

Regreso a este blog tras un mes completo ausente por distintos avatares. Ha sido un mes prolífico, pero observo que el mundo apenas se ha movido: el infarto cerebral de Sharon ha pasado de leve a gravísimo y su estado ya parece irreversible; Michelle Bachelet ha confirmado su candidatura y ya es presidenta electa de Chile, en una revancha sarcástica de la historia; Ellen Johnson-Sirleaf ha tomado posesión de la presidencia liberiana y Angela Merkel ha superado todos los malos augurios de propios y extraños y manda en Alemania con templanza, rigor y optimismo. Aquí, tras el berreo de un general anacrónico, también todo parece igual: el Estatut sigue en negociación y Rajoy en una huida desesperada desde el centro hacia el extremo, para lo que cuenta con la ayuda inestimable de senadores amigos que comparan a Zapatero con Tejero y Pavía, discurso que ni Jiménez Losantos se había atrevido a perpetrar. Irak, por supuesto, continúa empantanado...

Ha pasado un mes y nada se ha movido. Curioso.